En la tarde de ayer 25 de febrero, celebramos la tercera formación al profesorado en el marco del proyecto Solidaridad en acción: Aprendizaje – Servicio para el Desarrollo en el IES Cervantes. Y de nuevo Paco Barea se encargó de impartir la sesión, que con su experiencia y dinamismo nos guió a través de reflexiones, dudas, risas y muchas ganas de conectar lo que enseñamos con la realidad del alumnado.
Paco nos habló sobre la importancia de ir más allá de los contenidos y centrarnos en desarrollar competencias. Al fin y al cabo, aprender no solo es acumular conocimientos, sino también saber hacer cosas con ellos y tener valores que nos guíen. Esto quedó claro con ejemplos como las Becas Cervantinas, donde el APS se vincula con necesidades concretas del alumnado y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Para ilustrar cómo el contexto hace la diferencia en el aprendizaje, Paco nos propuso jugar con la «aplaudiología». ¿Cómo enseñamos a dar aplausos? No tiene sentido memorizar definiciones si no se evalúa la práctica con criterios claros y motivadores. Lo mismo pasa con el APS: se trata de aprender haciendo y con un propósito.
El diseño de un APS vinculado al currículo tiene sus pasos clave: detectar una necesidad social, justificar la propuesta, definir el servicio que se va a realizar, conectar con competencias específicas, plantear actividades concretas y evaluar los resultados. Todo esto sin olvidar la diversidad y, muy importante, la perspectiva de género.
Género y educación: un enfoque imprescindible
Paco lo dejó claro: «Si lo que pasa con la violencia de género ocurriera con el profesorado y mataran a más de 50 docentes al año, sería un escándalo». Y sin embargo, no solo se normaliza, sino que se pone en duda. Trabajar el género en la educación no es opcional, es necesario.
Desde el APS, podemos abordar estos temas desde proyectos que vayan más allá de lo evidente: ¿Cómo afecta la violencia de género a diferentes grupos? ¿Es lo mismo ser migrante senegalés que senegalesa? Cuestionar estas realidades enriquece el aprendizaje y nos ayuda a construir una sociedad más justa.
Por eso mismo salieron a relucir herramientas como Lxs guardianxs del género y de la sostenibilidad, que nos permiten trabajar estos temas de la mano de la participación del alumnado. Además, Paco nos recomendó explorar blogs clave para profundizar en igualdad y educación en valores, como APS Igualdad o El Almendral Violeta.
El debate sobre cómo hacer que estos proyectos calen en el alumnado fue intenso. Algunas docentes contaron que educar en feminismo está siendo cada vez más complicado, y a veces recurren al humor para hacerlo más accesible. Paco nos dio una clave: en lugar de confrontar directamente, podemos partir de los valores que el machismo defiende y mostrar sus incoherencias.
Para cerrar, nos lanzamos con la situación de aprendizaje. Siguiendo una plantilla proporcionada por Paco, conectamos nuestras asignaturas con el APS, identificamos necesidades y pensamos actividades para abordarlas. Fue un ejercicio desafiante, pero salimos con muchas ideas nuevas. Y, como siempre, terminamos la sesión con energía y ganas de seguir transformando nuestra manera de enseñar.