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LA VIDA EN EL CENTRO

EL PROYECTO +

El proyecto Participar para poner la Vida en el Centro está diseñado y coordinado por Ecotono S. Coop. And de Interés Social y subvencionado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo como proyecto de Educación para el Desarrollo.

Responde a la necesidad de crear una ciudadanía global crítica que participe activamente en la construcción de una sociedad que asegure la sostenibilidad y el cuidado de la Vida humana y medioambiental. El sistema educativo actual no está dando respuestas a esta necesidad. Por esto son necesarias intervenciones educativas que favorezcan la adquisición de saberes que nos permitan participar activamente integrando criterios de Sostenibilidad, Género y Justicia N-S en la toma de decisiones. El proyecto busca el desarrollo de propuestas didácticas que permitan generar procesos de participación poniendo la Vida en el Centro, principalmente en los contextos educativos formales.

Reconocemos que es una propuesta ambiciosa, por esta razón planteamos por un lado experiencias piloto en centros educativos poniendo en práctica el programa de participación estudiantil “La Vida en el Centro”, cuyos materiales y propuesta didáctica se desarrollaron para el Consejo de la Juventud de España. Esto nos está permitiendo adaptarlo a la realidad andaluza.

Por otro lado estamos impulsando un grupo motor para generar un contexto de investigación y creación colectiva con diferentes ONGDs y otras entidades que desarrollan proyectos que comparten filosofía e intenciones.

FILOSOFÍA +

El proyecto Participar para poner la Vida en el Centro profundiza en la optimización de una propuesta educativa que integre los contenidos y competencias propios de la Educación para el Desarrollo, la Educación para la Participación, la Educación para la Sostenibilidad y la Coeducación, desde el ámbito educativo formal y trabajando conjuntamente en su desarrollo con otras ONGD que trabajan la EpD. Está fuertemente inspirado en las propuestas de la Economía de los Cuidados, La Economía feminista, el Ecofeminismo y la Economía Ecológica. Otra referencia clave es el proyecto “La Ciudad de los Niños”, de Francesco Tonucci, que trabaja hacia una nueva filosofía de gobierno de la ciudad, tomando a las niñas y los niños como parámetro y como garantía de las necesidades de toda la ciudadanía.

Participar para poner la Vida en el Centro busca impulsar procesos participativos en los que las personas incorporemos criterios de sostenibilidad, feminismos y justicia global en las decisiones que se tomen.

Busca generar deliberación sobre Cuál es la vida que merece ser vivida, atendiendo y problematizando la concepción hegemónica de Bienestar, Capacidades, Necesidades y Deseos. (Es decir la idea que ha construido el capitalismo entorno a cada una de esas condiciones).

Resulta imprescindible facilitar “ideas”, “Conceptos” que no están en el imaginario hegemónico colectivo (construido por Telecinco, Editorial Santillana, La LOMCE o El país, entre otros), pero que son esenciales para las deliberaciones necesarias si realmente queremos Poner la Vida en el Centro.

Pivota entre tres ideas-conceptos claves: Ecodependencia-Interdependencia-Justicia Global

Ecodependencia. Para lo que resulta fundamental “jugar” con las ideas de límites de los recursos, del origen material de los bienes y recursos que nos rodean, de las huellas que deja nuestra sociedad en el territorio cercano y lejano, local y global. Y de la relación existente entre la satisfacción de nuestras necesidades básicas reales (por lo que hay que revisarlas colectivamente) y la disponibilidad de recursos materiales, energéticos, ecosistémicos, que la biosfera alberga.

Reconociendo la necesidad de mostrar y desvelar los procesos que “hacen posible la Vida” desde el punto de vista de la Naturaleza (¡Viva la fotosíntesis!)1

Facilitando la posibilidad de complejizar la mirada, de desarrollar un enfoque sistémico, de procurar las herramientas de interpretación de la realidad que nos permitan comprender la relación existente entre nuestros actos cotidianos (individuales y colectivos) tales como alimentarnos, vestirnos, habitar, desplazarnos o relacionarnos entre nosotras, y la crisis sistémica (ecológica, de cuidados, de justicia, etc) que estamos sufriendo. Esto sin olvidar que todos estos actos están provistos de bienes y servicios por el sistema de producción-consumo2

Aprendiendo comunitariamente a amar el territorio. Poniendo en práctica relaciones sanas con el medio y las personas como objetivo.

Todo esto sin quedar atrapadas en la culpa, ¡No queremos batallones de penitentes verdes!

Interdependencia. Rompiendo con el mito moderno de la independencia y sin quedar atrapadas en la dependencia. Asumiendo que la Vida humana “No es una certeza” sino una posibilidad. Que dependemos de otras personas que nos cuidan y a quien cuidamos. Desobedeciendo y repolitizando los cuidados. Visibilizando y corresponsabilizando-nos comunitariamente de las tareas de cuidados.

Impulsando procesos emancipatorios que favorezcan sujetas autónomas y a su vez interdependientes que crean, construyen y se autorizan, desde el reconocimiento y autoreconocimiento, desde los tiempos, necesidades, inquietudes.

No perdiendo nunca la visión Autonomía-Interdependencia-Comunidad.

Asumiendo y potenciando nuevos modelos de éxito, que tengan que ver con el poderío. Buscando desarrollar y poner en valor los poderes vitales y estrategias para la vida, necesidades vitales para la sostenibilidad propia y comunes.

Reconociendo la necesidad de mostrar y desvelar los procesos que “hacen posible la Vida” desde el punto de vista de los cuidados.

Justicia Global. Reconociendo la Interdependencia territorial. Asumiendo que para el buen convivir y la Vida que merece ser vivida debemos definir dos criterios irrenunciables: la Universalidad (porque todas las vidas han de ser igualmente importantes) y la Singularidad (porque si no se respetan las diferencias y se garantiza que la diversidad no deviene desigualdad tampoco es buen convivir).

Buscando la empatía desde la práctica, empatizando con la actualidad ¿Qué está pasando? ¿A quiénes afecta?

Construyendo espacios que tengan en cuenta las desigualdades de las que se parte (edad, país de procedencia…).

Atención a la diversidad! Funcional, de aprendizaje, cultural, de género, comunitaria.

Visibilizando minorías. Visibilizar referentes alternativos.

Visibilizando las distintas miradas de ver el mundo. Poniendo en valor la ideo-Diversidad (biodiversidad cultural).

Para ello debemos generar espacios-contextos y procesos que Pongan la Vida en el Centro.

Espacios-contextos. Debemos generar espacios de enseñanza-aprendizaje que den protagonismo a las personas, haciendo especial énfasis en el protagonismo de niñas, niños y adolescencia, fomentando la autonomía y la capacidad de decidir desde la infancia.

Generando y facilitando relaciones personales atendiendo a los (buenos) tratos, afectos, empatías y emociones.

Asumiendo que los tiempos no deben atender a la inmediatez y sí a la diversidad de ritmos. Respetando los tiempos de las personas y colectivos.

Asumiendo los escasos tiempos con los que disponemos como educadores/as que nos “obligan” a metodologías y herramientas creativas y transformadoras.

Reconociendo que los tiempos humanos no son iguales a los tiempos del sistema.

Entendiendo la necesidad de encontrar los tiempos necesarios para experimentar y “generar laboratorios”.

Generando contextos de formación interna en las temáticas que nos atañen (feministas-ecologistas-de justicia global).

Fomentando el Trabajo en Red (no se puede saber de tó).

Facilitando que el grupo participe activamente en el análisis de la realidad-elaboración de propuestas-ejecución-evaluación.

Asumiendo que la participación tiene que ver con el reparto de poder y con la mitigación de asimetrías en cuanto a posibilidades de ser escuchadas o tenidas en cuenta a la hora de analizar el mundo, elaborar y ejecutar propuestas colectivas.

Generando contextos de participación horizontal, en el que todas las personas independientemente de su origen geográfico, lo que les penda entre las piernas, estatus socioeconómico, etc tenga las mismas posibilidades de participar de la toma de decisiones.

Procesos. Debemos impulsar o favorecer procesos en los que poner en marcha itinerarios cíclicos, no lineales, que faciliten el aprendizaje personal y colectivo del equilibrio, el feed-back, los cambios y consecuencias de estos cambios.

Caminar en proceso, acompañar, dedicar tiempo a escuchar y escucharnos.

Trazar las líneas de continuidad de aquello en lo que ponemos la atención-arqueología-mapas de sueños.

Y debemos Re-cordar (volver a pasar por el corazón) a cada rato que esto tiene que ver con nudos más colectivos.

TRAYECTORIA +

Ecotono lleva más de 15 años desarrollando programas y campañas de Educación Ambiental, integrando una visión sistémica en su práctica y contenidos que permiten comprender la interconexión existente entre lo local y lo global entre diferentes territorios. Hacemos uso de metodologías participativas desde nuestros comienzos, que favorecen la adquisición de contenidos procedimentales esenciales para participar activamente. Desde hace años venimos desarrollando una línea de trabajo que une la Educación para la Participación (EPA), la EpD y la Educación para la Sostenibilidad (EpS). Un claro ejemplo ha sido el programa educativo La Ciudad Amable desarrollado para la Consejería de Ed., Cultura y Deporte, y la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, que busca una reorientación de miradas a la hora de comprender las ciudades atendiendo a la insostenibilidad urbana y las repercusiones locales y globales que tiene, así como la adquisición de saberes y procederes para analizar crítica y participativamente el entorno y elaborar propuestas.

Un siguiente paso en esta trayectoria ha sido la incorporación a estas tres dimensiones (EPA; EpS; EpD) de la perspectiva de género mediante el proyecto de participación estudiantil desarrollado junto al Colectivo de Educación para la Participación CRAC, para el CJE: La Vida en el Centro, cuyo objetivo es facilitar herramientas y procesos a los contextos educativos para que se desarrollen experiencias de participación que incorporen las miradas global-local, la sostenibilidad y la igualdad de oportunidades para niñas y niños. De hecho los materiales didácticos generados en este proyecto La Vida en el Centro nos sirven de base para el desarrollo del proceso actual en los centros. Están disponibles en la página: http://lavidaenelcentro.com

POR QUÉ +

El Sist. Ed. no responde a las necesidades de la situación global actual. De ahí la necesidad de desarrollar propuestas que complementen la práctica docente centrada fundamentalmente en aspectos puramente académicos relegando a un plano secundario o residual, saberes fundamentales como los relacionados con la participación, la justicia global N/S, la sostenibilidad o la igualdad de oportunidades y posibilidades entre géneros.

Para concretar los problemas, intereses y derechos vulnerados hemos desarrollado un diagnóstico participativo en el que han participado alumnado y profesorado de Primaria, alumnado y profesorado de Secundaria. Alumnado y profesorado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la US. Personal técnico de ONGD que desarrollan proyectos de EpD.

Esto proceso ha puesto de relieve que hay una serie de problemas e intereses comunes que se concluyen del diagnóstico realizado con el profesorado y las entidades que han participado respecto a la realidad del profesorado para la implementación de este tipo de propuestas educativas. Algunas de ellas son: excesiva carga burocrática en su actividad docente, compartimentación de los conocimientos, dispersión existente entre los programas educativos propuestos siendo necesarios programas que integren todos estos temas, falta de formación específica al respecto (Relaciones Norte sur, Participación, Sostenibilidad y Género), contextos de participación estudiantil escasos y poco utilizados, falta de formación específica sobre metodologías participativas y procesos participativos, dificultades de conectar estos temas con el currículo oficial, necesidad de implicar al resto de la comunidad educativa (principalmente AMPAS), necesidad de desarrollar experiencias piloto, necesidad de asistencia continuada, heterogeneidad de los equipos docentes de los centros. El alumnado por su parte manifiesta la necesidad e intención de participar activamente, pero argumentan no encontrar contextos ni herramientas para ello.

Asumimos la complejidad de la tarea, de ahí la necesidad de trabajar con otras organizaciones amigas en el diseño de estrategias que vayan en esta línea.

QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE TODO ESTO +

Afortunadamente para nosotras son muchas las personas y entidades que están participando en este proceso de reflexión y construcción colectiva.

Podríamos decir que las entidades impulsoras fueron Ecotono S. Coop. And. y el equipo CRAC de Educación para la participación. Resultó crucial unir los saberes que habíamos acumulado durante años buscando generar procesos educativos que favorezcan la integración de criterios de sostenibilidad de la Vida y que contribuyan a la adquisición de destrezas y conocimientos necesarios para la organización colectiva. Necesitamos mirar el mundo con otras gafas y plantear respuestas colectivas que integren criterios de sostenibilidad, género y justicia Norte-Sur.

Pero ya somos muchxs más quienes estamos participando de diferentes maneras para que esta propuesta didáctica vaya cogiendo solidez y realidad.